Tu propuesta es clara:
¡ámame sin molestarme!.
Y me recuerdas que
antes,
cuando amaba tu cuerpo sin hacer,
todo era tranquilo.
¿Cómo te explico mi angustia
cuando llamas desde el ruido del bar,
si ahora te pienso - ya hecha -
cubierta con ropas escasas y ojos huecos
en un ciclo que no tiene fin?.
Así que, solo por supervivencia,
tomo una copa redentora
y cierro los ojos
pensándote como si esta vez
no te hubieras ido
8 comentarios:
Perfil de amor difícil! Manuel.
Para nada imposible,eh... solo quimérico para el hastiado.
Infinitas, son las formas para dar AMOR.
Gracias por tu "LAMENTO".
Dulce.
¿Quién nos dijo que esto fuese fácil?
Con frecuencia, cuando después del trabajo me tomo un respiro, un verso da vida a algún otro y, así, nacen muchos de los poemas que vas leyendo.
En este caso, el verso madre fue:
“tomo una copa redentora
y cierro los ojos...”
luego vino el resto.
Tu comentario me sugiere lo que dicen los poetas (ya sabes: yo no soy escritor ni poeta). Eso de que la poesía es de quien la lee, no tanto de quien la escribe. Tu recreas en tu sensibilidad lo que yo escribo, y eso le da vida a mis versos.
Así que te doy las gracias por ser, en este caso, la ”hacedora” de mi poema.
QUE BONITO!...Tú y tu explicación.
Ahora, no te pregunto, te doy mi abrazo, sin tu consentimiento. Reiterandote mi admiración y agradecimiento.
Dulce.
Profundo y a la vez transparente..¡¡Me encanta su contenido y la forma de expresarlo!!
Mila Aumente
Me gusta muchisimo este poema, y la imagen que has elegido, cada vez mejor Manuel.
Un beso cielo
Hala!!!!... Pues gracias por vuestras visitas.
Mila, bienvenida y que me ha encantado verte por aqui.
Dulce, gracias por ese abrazo, que sin duda es sincero y está lleno de cariño, aunque no te conozca.
Y, mi Pilar, mi hermosa chica y compañera, gracias una vez más por tu incodicionalidad. Ya sabes que seguimos viajando en el mismo barco.
Besos.
Ya me llamó la tención el otro día ese grito: "Ámame sin molestarme". Luego vi que alguien se apropiaba de la frase, con permiso por supuesto, jugando con estas palabras. Vuelvo de nuevo a leerlo y te felicito. Porque un verso para mí, tiene que ser capaz de despertar algo hondo en tu interior. Y tú siempre lo consigues. Enhorabuena (¡Uy, perdón, esto es un halago!)
Hummm... Javier, pero como me gustan los halagos!!!.
Y, bueno, si vienen de ti, pues ya para morirse!.
Venga, anímate a venir por estas tierras, que el verano se acaba.
Un abrazo grande.
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