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martes, 7 de julio de 2009

La Dama

(Todo mal se devuelve)



La Dama llega al rincón designado.
Recorre serena la estancia
en busca de nombres perdidos.

Huele a cenizas de carne quemada.
Espera.

Llegado el momento aprieta los dientes.
No quiere saber
quien le ajustó la carga ni cual fue su motivo.

La toma
y deja el silencio en su hueco.

no juzga la Dama el exceso, ni llora
cuando una mano la aferra y pregunta:
¿Por qué tres,

y no cuatro?


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Siento placer al leerte. No busco definición, respuestas, conceptos, ni conclusiones.

Con tu poesía, has creado nuevos sentidos en mí; me has enseñado a conocer otros mundos, has logrado sacarme de mi soledad acompañada, de mi mundo pragmático.

"Los poemas son objeto de contemplación"...Ya lo sé, y a pesar de todo, aún, después, deseo entenderlos y saber más de tí.

Nuevamente gracias, Manuel.
Un abrazo y un besito. (mira! que espero no incomodarte)

Dulce.

Rosa dijo...

Gracias por ese olor "a" cenizas. Gracias por dejarme compartir tantos momentos especiales.

Manuel dijo...

Gracias siempre por tus comentarios y tu cercanía, Dulce.

Manuel dijo...

Rosa, siempre es a ti a quien debo esos momentos en los que la conciencia se traslada y soy más yo. Sigue cerca de mi para que pueda vivir plenamente.

Un beso grande y gracias por hacerme sentir que siempre estás a mi lado.

Anónimo dijo...

Manuel, me encanta como expresas en poesia la realidad de la vida. Pobre Dama, no me gustaría estar en su piel.
Un besito.
Mila

Pilar dijo...

¿Qué te digo cuando no puedo decirte nada más? Sólo puedo darte las gracias por seguir compartiendo y...¡qué maravilla! Besos mil

Manuel dijo...

Hola de nuevo, Mila.

La Dama, mal que le pese, es una buena profesional. Hace su trabajo y se limpia los pies en la alfombra para no llevar ninguna carga que no le corresponda.

Gracias siempre, por tus visitas y tus comentarios tan cercanos.

Manuel dijo...

Pilar, espero y deseo seguir compartiendo mis paridas.

Si a alguien le sirven para pasar unos minutos agradables, bien estará. Si a otros les sirven para dejar volar su imaginación, también me gusta la idea.

A mi, escribirlas, me sirve para encontrarme cada noche y reconstruir los pedazos dispersos de este alma vagabunda.

Un beso muy grande.