Creo que no tiene solución, que este país, por lo menos, de momento, no la tiene. Es asqueroso lo que oigo, lo que deciden, lo que roban, y desalentador todo lo que no hacen. Sí, ya no estaremos si un día tiene arreglo, quizá tú te hayas ido, no sé di de este mundo o a buscar otro lugar si es que ese lugar donde una pueda vivir existe. Si lo encuentras sin TV, sin políticos y sin ladrones, te lo ruego, avísame. De las cosas buenas, te informo: Emilio ganó un gran premio. Ya sabes que te quiero
...el del premio te da otro premio, menos valioso, porque es mi opinión, pero que, como Soledad, apoya tu estupendo texto, Manuel. De vez en cuando conviene flitear con la esperanza y saber donde estamos. Espero que tu poema se conserve en la Blogsfera ( si la energía no falla de aquí no lo moverá nadie ) junto con canciones temáticas en esa línea como Imagine, de John Lennon...Mientras seguiremos combinando palabras y silencios, en la emoción y el pensamiento, en los intentos de buena voluntad.
No te vayas, Manuel, por favor. Los mundos como éste, llenos de trincones y salvaptrias que entonan a diario la oración de "samparamí" (que los demás no comen)..., estos mundos, digo, necesitan gente como tú, capaz de cambiar o, cuando menos, denunciar que nuestros bajitos ya no juegan en la calle, que las cárceles están cada día más llenas y que cada vez hay más necios usando palabras que apuntan a todo lo que respira. No te vayas, Manuel; no te vayas nunca.
El empeño en que las cosas dejen de ser "como siempre fueron". La vocación irrenunciable a la rebeldía. La fortaleza y el íntimo convencimiento de que esta lucha acabará en victoria contra los desalmados, los tiranos, los oportunistas, los corruptos,la mala gente, me anima en mis días.
Por eso, cada noche, las refresco en mi memoria junto al dolor, la tristeza, el arrepentimiento, la cobardía. Para no caer en la desidia.
Y por eso, amigos, precisamente por eso, este "canto de esperanza" que me he permitido, exige levantar los ojos del suelo.
Vivimos en un momento de desesperanza gobernado por unos necios, tienes toda la razón. Y lo malo es que cada uno nos refugiamos en nuestra situación personal ( mientras no me toque a mí) y caemos en la desidia y el abandono. Cada vez más individualistas...en un duro presente.
La realidad reflejada en un poema. Enhorabuena. Besos.
Condición humana, querido amigo. Hoy (¿ha sido siempre?) funciona esa parte "mala" de los hombres que tienen la capacidad de decidir impunemente. Cuando tú y yo nos hayamos ido, esperemos que, al menos, les quede la palabra para poder seguir diciéndolo. Tal vez llegue el momento que empiece a funcionar la otra parte, "la buena" que modifique el sentido de la carrera y termine con tanto estropicio. Pero tengo mis dudas. Un abrazo Valeriano
14 comentarios:
Creo que no tiene solución, que este país, por lo menos, de momento, no la tiene. Es asqueroso lo que oigo, lo que deciden, lo que roban, y desalentador todo lo que no hacen. Sí, ya no estaremos si un día tiene arreglo, quizá tú te hayas ido, no sé di de este mundo o a buscar otro lugar si es que ese lugar donde una pueda vivir existe. Si lo encuentras sin TV, sin políticos y sin ladrones, te lo ruego, avísame. De las cosas buenas, te informo: Emilio ganó un gran premio. Ya sabes que te quiero
...el del premio te da otro premio, menos valioso, porque es mi opinión, pero que, como Soledad, apoya tu estupendo texto, Manuel. De vez en cuando conviene flitear con la esperanza y saber donde estamos. Espero que tu poema se conserve en la Blogsfera ( si la energía no falla de aquí no lo moverá nadie ) junto con canciones temáticas en esa línea como Imagine, de John Lennon...Mientras seguiremos combinando palabras y silencios, en la emoción y el pensamiento, en los intentos de buena voluntad.
Port
Magnífico poema, Manuel. Y si todo eso sucede, aunque ya no estemos ninguno de nosotros, daré por bien empleado nuestro tiempo.
Besos
Espero que todo pase y que tu sigas aquí para contarnoslo así, en forma de magníficos poemas. Me encantan...
Un beso cielo
No te vayas, Manuel, por favor. Los mundos como éste, llenos de trincones y salvaptrias que entonan a diario la oración de "samparamí" (que los demás no comen)..., estos mundos, digo, necesitan gente como tú, capaz de cambiar o, cuando menos, denunciar que nuestros bajitos ya no juegan en la calle, que las cárceles están cada día más llenas y que cada vez hay más necios usando palabras que apuntan a todo lo que respira.
No te vayas, Manuel; no te vayas nunca.
Un abrazo.
Alex
El empeño en que las cosas dejen de ser "como siempre fueron". La vocación irrenunciable a la rebeldía. La fortaleza y el íntimo convencimiento de que esta lucha acabará en victoria contra los desalmados, los tiranos, los oportunistas, los corruptos,la mala gente, me anima en mis días.
Por eso, cada noche, las refresco en mi memoria junto al dolor, la tristeza, el arrepentimiento, la cobardía. Para no caer en la desidia.
Y por eso, amigos, precisamente por eso, este "canto de esperanza" que me he permitido, exige levantar los ojos del suelo.
Gracias a todos por acompañarme.
Vivimos en un momento de desesperanza gobernado por unos necios, tienes toda la razón. Y lo malo es que cada uno nos refugiamos en nuestra situación personal ( mientras no me toque a mí) y caemos en la desidia y el abandono. Cada vez más individualistas...en un duro presente.
La realidad reflejada en un poema. Enhorabuena.
Besos.
Manuel, me he quedado clavado. Im presionante.
Gracias por el poemón.
Un abrazo.
luismi
Gracias Mª Carmen por dejar tu sentimiento en este rincón.
Seguimos cerca, ya lo sabes. Un beso.
Hola Luismi!... Bienvenido y gracias por tu cercanía en dos palabras (que diría Jezulin):
"Im prezionante".
Por cierto, he leído este finde lo último tuyo y no tiene desperdicio. Eres un genio y para nuestro bien debieras darle más vidilla a tu blog.
Nos vemos dentro de nada en El Jerte, ¿eh?.
Un abrazo.
Condición humana, querido amigo. Hoy (¿ha sido siempre?) funciona esa parte "mala" de los hombres que tienen la capacidad de decidir impunemente. Cuando tú y yo nos hayamos ido, esperemos que, al menos, les quede la palabra para poder seguir diciéndolo. Tal vez llegue el momento que empiece a funcionar la otra parte, "la buena" que modifique el sentido de la carrera y termine con tanto estropicio. Pero tengo mis dudas.
Un abrazo
Valeriano
Querido Valeriano, creo que ha sido siempre... La Historia parece demostralo así.
Confiemos en que alguna vez se levante los ojos y las manos. Mientras tanto, buena gente como tu, hace la vida mucho más amable.
Un abrazo.
¡Uffff!
Pero querido Maestro, ¿tu por aqui?.
Ese ¡ufff! ¿debe ser bien entendido?. O sea que es algo así como que te ha gustado el poema, vaya. ¿Verdad?.
Bueno, yo soñaré con un sí.
Por cierto, he visto la foto con Sol en Villena: ¡es genial!.
Nos vemos pronto. Besos.
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