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jueves, 7 de mayo de 2009

Javier Ribas







Javier Ribas es un tipo más bien raro. Larguirucho, castellano profundo, intenso de voz y, mira tu, con un punto de ternura en la mirada que te pone a favor, aunque no entre eso en tus planes. Yo no se a qué se dedica: alguien me dice que al frontenis, pero yo creo que eso es afición. Lo cierto es que viaja y llega hasta Valencia, pero nunca se acerca a mi Murcia. ¡Y mira que se lo tengo dicho!.

Yo lo conocí en Abril de 2004, aunque a penas crucé algunas palabras con él. Compartimos un rato de sol en la plaza de Burujón mientras lo medía con mi mirada. Incluso tengo un par de fotografías de aquel momento.

Algo especial debe tener este chico del bajo Norte porque, más tarde, cuando se le ocurrió esa idea de los relatos, la solidaridad y todas esas cosas, pues de pronto me empezó a caer bien. Y más, y más. En ese ínterin Don Santiago Solano y él tramaron lo de los “Escritores en Red” y nos enredaron en ese proyecto a una serie de almas cándidas que andábamos por este mundo a tontas y a locas. Pero como la cosa era bonita, y no muy exigente, pues ahí nos metimos.

Eso de que no era muy exigente es solo una anécdota, ¿eh?. Porque Santiago enreda a María Santísima. Y Javier, con ese garbo de quijote sin molinos pero con raqueta de frontenis, las deja caer a la que te descuidas. Y, claro, tienes que ofrecerte para lo que guste mandar porque, encima, lo hace bien el chico. Por eso nos juntamos en Almagro y pasamos unos ratos que “pa qué”, entre charlas y paseos y reuniones clandestinas fumando donde no se debía fumar. Pero ese fin de semana de Almagro fue para mi algo así como un viaje iniciático en el que un Javier Ribas simpaticón, llano y entrañable se me abrió en el alma. Algunas fotos graciosas también quedaron de ese viaje.

Y, por fin, como no puedo si no admirar a las personas que no le tienen miedo al trabajo, que se tiran de cabeza a una empresa por el simple hecho de que creen en ella, he tenido que ir queriendo y admirando a Javier en esta tenaz andadura de “ATMOSFERAS”. Él ha sabido dar forma a una idea que nació ambigua, casi temerosa de un futuro incierto. Se ha partido la pana día tras día sin desaliento. No ha pedido casi nada y lo ha dado casi todo.

El resultado es que aquí estamos, muchos ya en este momento, dispuestos a todo para que lo que fue ilusión, luego proyecto y ahora realidad patente, crezca y se haga marea que nada pueda detener. Las estadísticas las da Javier en su introducción: !Alucinantes¡. Atmósferas tiene que ser algo que arrase, el Best Seller de la generosidad con nombre y apellidos. No me cabe duda de que el nombre más sonoro en este trabajo es el de Javier Ribas. Pero, sin duda, el esfuerzo de Santiago Solano ha acompañado al de Javier en todo momento y, por eso, desde esta página, a él también le envío mi abrazo entrañable.



Dejo aqui las palabras de Javier en la introducción al Libro que, dentro de muy poco, ya estará en nuestras manos. Más que leer este texto, prefiero guardarlo en un lugar muy ínitmo de mi ser, para no olvidar algo tan importante como es el esfuerzo y la generosidad.


Ahi va el texto y la última portada del libro. Por cierto, si alguien quiere comprarlo, pinchad en este enlace y lo meteis en vuestro "carrito de la compra"...

javierribas@erabradomin.org





No hay nada más bonito en este mundo que tener un sueño y hacerlo realidad. Si este libro está en tus manos, es que el mío se ha cumplido. El 6 de Diciembre de 2008, en Palencia, desde mi blog, se me ocurrió invitar a los escritores con blog propio a que regalaran un relato con extensión máxima de un folio para intentar publicar un libro con fines solidarios. Tres meses después, en el momento en que escribo esto, tengo a mi lado a 100 escritores que además de obsequiarnos su relato, dan voz y apoyo a esta iniciativa. A los miembros de la Asociación de Escritores en Red que están ayudando para que todo esto llegue a buen puerto y a 10 diseñadores de portadas — regaladas también — para el libro. Todo esto apoyado con más de 7000 visitas a mi página personal, más de 300 votaciones para elegir el relato más popular, y, sin que aún haya salido el libro a la luz, una montaña de ejemplares vendidos. Trabajar para esta iniciativa ha sido un disfrute y, al tiempo, una tarea titánica. Hemos añadido horas extra a nuestras obligaciones habituales para darnos prisa, pues el transcurrir excesivo del tiempo, entre que se gesta la idea y se lleva a cabo, puede agotar la ilusión. Aprovecho para agradecer a Santiago Solano el que sea capaz de ponerse siempre dos pasos por delante de mí. Acompañarle, hacer juntos este viaje, me obliga a no perder el paso. Esta iniciativa dejó de ser una quimera cuando la Asociación Escritores en Red, y las empresas AIP y Paltrans decidieron dar su apoyo económico. El blog desde el que salió todo este lío vive gracias a Manuel, a Pilar, a Emilio y a Rosa, mis cuatro mosqueteros. De no ser por Javier Ferri, tal vez en algún momento me hubiera venido abajo. Pero él, que aún es más optimista que yo, dijo que no me preocupara, que él, vendedor donde los haya, se encargaría de colocar los libros donde hiciera falta, incluso entre mis amigos.Finalmente, a mis hermanos, César, “Jose”, Nacho, Luis y Fernando que han estado ahí, siendo soportes de toda esta locura, dándome la confianza necesaria para llegar hasta el final. Recuerda, lector, que todo este libro es un regalo de los autores, de los amigos, y tuyo — al comprar este ejemplar — para una buena causa, recaudar fondos para la Fundación Vicente Ferrer. En fin, dejo que te sumerjas en Atmósferas, 100 relatos para el mundo. Pero ten cuidado. Es peligroso. Más de lo que crees. Esta lectura te puede atraer a la casa — al blog — de cada uno de los autores, donde serás recibido con cordialidad. Y te gustará tanto, que te quedarás en Internet, en este universo tan ficticio y real como el mundo de ahí fuera al que pretendemos ayudar.

3 comentarios:

Pilar dijo...

Ay qué bonito Manuel, a Javier le va a hacer mucha ilusión e incluso me atrevo a decir que se pondrá un poco rojo! porque los del norte también nos ponemos rojos de vez en cuando, ajaja.
En fín, que no me he tirado por el relato, pero no me disgusta la idea de seguir eso que he empezado, y tengo un par de ideas un poco buenas que pondré en práctica este verano.
Besitoss

Javier dijo...

Estimado Manuel:

Uno es lo que es gracias a sus amigos. Así lo veo yo. Lo de raro, no creo. Yo soy el prototipo de personalidad media. Y siempre me ha parecido que son los demás quienes se salen del centro, pero bueno, todo depende del cristal....
Lo que quería decirte, ahora en serio, es que tienes una desgracia; y es que como a mis amigos los escojo yo, quieran o no ellos y a ti te he escogido hace tiempo, pues que no te va a quedar más remedio que aguantarme muchos años. Quieras o no. Más de los que te piensas. Lo siento, como dice el chiste, haber elegido muerte.
En cuanto al proyecto Atmósferas, me habéis ido engañando entre todos. Lo que empezó como una locura, resulta que me hicisteis pensar que era posible aún cuando no había nada. Y luego, me seguisteis engañando y yo, atontado de mí, como me lo creía, seguí empujando. Y para cuando me doy cuenta, habéis hecho que esto sea una bola enorme de solidaridad, felicidad y compañerismo que, de verdad me tiene permanentemente sorprendido y emocionado. Engañarme es muy fácil y vosotros, tú, Santiago, mis mosqueteros, y todos los compañeros escritores, me habéis animado permanentemente para que esto lleve a buen puerto. ¿Quién son entonces los culpables de que todo esto sea casi realidad?
Por eso, soy feliz cada vez que alguien está cogiendo este proyecto como propio, empujando para que cada vez vaya más. Estas alegrías, si tuviera que disfrutarlas yo sólo, no me compensarían. Lo he dicho en algún otro momento, esto no supone esfuerzo. Compensa más que de sobra.
Así que, una vez consiga quitarme las lágrimas de la cara (dos veces que he leído tu nota, dos veces que me han aflorado las lágrimas, canalla) voy a ver si encuentro a quien seguir vendiendo el libro. De esta me tiran de España, por pesado.

Un fuerte abrazo. Nos vemos, seguro.

Javier

Manuel dijo...

¿quien sabe, Javier?, puede que la siguiente vez nos encontremos entre humo, Jazz o Tangos, y alguna que otra copa, hablando y hablando de cuales son los pasos a dar mañana.

Entre tanto, y sintiéndome "elegido mal-que-me pese", tu ya sabes que esos sentimientos son comunes y que nos vemos abocados ambos a seguir queriéndonos.

Incluso, vaya usted a saber, abocados a marcarnos un viajecito a la India!!!...

Un abrazo de los tuyos, de oso.