Llevo
un algo
tan
metido mar adentro de
mis ojos,
tan
enteramente mío y sin tabiques
que
me está dejando huérfano de risas.
Me
persigue con todo su sabor
a
seca cuchillada en la garganta.
Y
yo me aprieto
contra
el filo de esta hora madrugada
sin
llegar a saber
por
qué se empeñan mis fantasmas
en
ser espectadores de mi vida.
Sobrevivo
con
una disciplina de cartujo,
y
tres copas que saben a derrota,
ante
esta nueva certidumbre
que
cae desde mi tiempo a la penumbra,
y
dice lo que llega y aún no espero:
En
mi cabeza está lloviendo
la
tormenta de un tiempo equivocado.
Y
todo se hace ritmo
en
la justa palabra que cuenta lo que pienso.
28 comentarios:
¡que versos, Manuel, profundidad y ritmo!
En tu poema hay copas, pero esta vez no hay hielos, entonces... ¿qué quieres decir con "y tres copas que saben a derrota"? ¿Acaso te refieres a ellas, a las tres Marías, las del coro de Massiel? ¿A las trillizas de Julio Iglesías? ¿A las tres gracias de Rubens? joder, aclara esto o... te prometo que le pregunto a Rosa que quieres decir.
Abrazos.
POr cierto, hablando de fantasmas ¿no eran dos?
Un poema sugerente, Manuel. Invita a discurrir en varias conclusiones, ninguna desdeñable. El ritmo y una asonancia sutil configura un conjunto ameno y pegadizo.
Un abrazo grande, gran amigo.
Es que no somos nadie sin nuestros fantasmas o seríamos otros. Los fantasmas forman parte de nosotros, están ahí todo el rato. Pero algunas veces se ponen pesadísimos, se quieren llevar todo el protagonismo.
Besos
Sublime y grande como tú!!!!, el aire se ha puesto tan espeso y caluroso que no se puede respirar y han terminado por derretir el hielo de tus copas!! Y así no las puedes disfrutar!!! Tu garganta está reprimida por el miedo de todos y a ser impulso que nadie secunda. Me encanta como escribes y más el ser que eres!!! Un beso grandeeee
Estás en plena evolución. Felicidades.
Tu ritmo me conquista esta mañana. "En mi cabeza está lloviendo la tormenta de un tiempo equivocado" me requete-encanta, estás que lo tiras!!jajaj. Las tres copas creo que se las ha tomado Jesús, jajaja.
Bromas a parte, y aunque me den miedo los fantasmas (los tuyos, los mios, los de tu casa...) me quedo con el poema entero y con "el mar adentro" de tus ojos.
Besos de tu fan fan fan número 1.
Es que nuestros fantasmas son nuestras apéndices. Si se ponen farrucos es necesario estirparlos, pero si son simpáticos o nos ayudan a vivir, podemos dejar que vivan siempre a nuestro lado.
Un abrazo
Mejor que los fantasmas sean espectadores...que no actores. Aunque hay fantasmas buenos, Manuel. Creo que el libro personal se va acercando sigilosamente. "Nos" lo van a quitar de las manos :-) Y hay uno pendiente, también individual, de alguien muy querido por los dos ( salvando las distancias ) que no puede pasar tampoco de este año. Qué manía tengo con esto de llevar las cosas a papel, ¿verdad?. Y eso que soy uno de los más acérrimos defensores de la publicación en red.
Eso tan propio que yaga, que lacera, que acuchilla no sólo la garganta...
Ese Yo-fantasmacircunvolución que nos arrastra mar adentro donde ya no hacemos pie, donde todo duele más de la cuenta y todo se torna un eterno soliloquio sin luna...
Eso es,sin más, lo que nos conforma.
Querido Manuel, creo que este poema es el mejor que has hecho; el más íntimo, veraz y hondo, al menos de lo que yo he leído.
En la introspección te has despojado de la careta con la que se cubren las llagas para no revelar nuestros miedos y herir a los demás con nuestro verdadero rostro. La fiesta de disfraces ha acabado; ha llegado la madurez -como poeta y como hombre- y su nueva forma de ver lo que hay delante y arrastramos detrás.
Lástima no poder tomarnos una copa para celebrarlo.
Un beso
Elvira
Querido Manuel, que no me entere yo que ningún fantasma te deja huérfano de risas. Hazte amigo de ellos cuando aparezcan paseándose por tu memoria.Si los recibes de buen talante, su compañía puede resultar hasta agradable, ¡te lo digo yo! Uno se acostumbra a vivir con ellos y acaban siendo de la familia, jajaja.
Eres un gran poeta y escritor. Me encanta leer todo lo que escribes.
Un besito.
¿Percibo un poco más de asimilación? ¿Vas preparándote para los próximos retos?
Por cierto, me he reido con el comentario de Jesús, porque también "a mí me daban dos".
Gracias a ambos.
Gracias, Yuli, para mi es un poema con un contenido muy íntimo. Un beso.
Jesus, que no te enteras!
Cuando se dice "copa" se habla de un genérico que incluye recipiento, hielo y contenido... Si es que no saco partido de tí.
Y si, son dos, por eso el plural. Tu te confundes con "me persigue con todo su sabor..." Pero lo que me persigue es ese "algo que llevo tan metido tan adentro de mis ojos".
¡Que todo hay que explicarlo, jo!
Alex, si yo se que no es fácil seguirme en algunos poemas. Será que se me va la olla!.
Pero gracias por estar siempre cerca.
Y yo que los echo de menos cuando se van de vacaciones, Ana!.
Un beso.
Gracias por tu comentario, anónimo, y por esas notas que me hacen pensar un conocimiento más cercano que el del anonimato.
Tu si que estás que te sales, Luismi. Gracias!
Vale, Pilar, te devuelvo el título, pero solo por las cosas tan bonitas que me dices.
Besos.
Àngeles, qué haríamos sin nuestros fantasmas. Siepre son un punto de referencia, no crees?
Un beso.
Querido Emilio: yo también estoy empeñado en ese de papel de ese ser querido para ambos. Creo que es indispensable.
Bueno, anónimo, no entiendo bien lo que dices, pero seguro que está muy bien dicho.
Sobre todo, gracias por tu visita.
Querida Elvira: aunque en privado ya te lo he dicho, no me corto de decir en publico que eres un ser admirable y que me ecanta verte en este espacio mío y vuestro.
Un beso.
Y a mi, querida Mila, que leas lo que escribo y leerte yo a ti.
Gracias guapa.
Bienvenida, Anuska!!!. Tu sensibilidad hace falta en este rincón. Por supuesto, bien captado el matiz.
No dejes de pasarte de vez en cuando. Un beso.
Cariño espero que, aunque algunos aires derritan el hielo, sigas disfrutando de esos momentos a solas contigo y tu copa, sin que nada reprima tu garganta y mucho menos el miedo... ese miedo que nada tiene que hacer si eres tú quien está enfrente, me consta.
Un maravilloso poema que hace sentir, aunque no pueda explicárselo a Jesús (jajaja!).
Un beso
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