Cada minuto,
cuando
exhalo el aliento que te atrapa,
el que hace
trece
de mi sed
del aire que te envuelva la cintura,
lo modelo
en suspiro.
Abro los
labios con cuidado
y al
deshacerse un nudo en la garganta
resbala mi
eco hasta tu boca.
¿Qué te
sorprende de todo lo que pasa?
Quizá
dormimos mucho tiempo
o puede,
simplemente que la noche,
hecha un
ovillo de silencio,
separe
nuestra vida a golpe de verdades,
sorda al
dolor, arrepentida
de dar
abrigo a nuestras quejas,
sin
concederle tregua
a ese
instinto de caricia que, a veces,
se esconde
entre los celos y el rencor.
13 comentarios:
Muy buen poema Manuel. Lo leí social, por el mendigo en el banco. Lo que condiciona una imagen. No van por ahí los tiros, creo yo, por lo de "los celos y el rencor". Eso es lo bueno que cada un@a coja el fondo que más le toque...."de mi sed del aire que te envuelva la cintura" . Podría enumerar más, pero me quedo con este. Un beso.
Pues a mí el último verso me ha dejado dando tumbos. Impresionante.
Besos, Manuel
A mi me ha gusto muchísimo la última estrofa. Ella en sí es un gran poema.
Un abrazo, Manuel.
Que nunca nos falle el instinto de caricia...
Buenos días y feliz fin de semana.
De todo hay, Ana, creo yo, en este poema.
Será una tendencia a la polivalencia, a dejar que cada lector haga del poema "su" poema.
Por eso me gustan los comentarios como el tuyo y los agradezco tanto.
Un beso y gracias.
El último verso me costó sangre escribirlo. Quizá porque lo sentimos.
Un beso.
Nines, la última estrofa comprende un poema diferente, continuidad o no del anterior, pero coherente.
Poema social?. Poema de amor?
Lo hermoso es construirlo en el interior de cada persona que lo lee.
La caricia es el bálsamo de cada día, Carmen.
Yo diría que cada estrofa es un poema.
Ya quisiera yo escribir bien y tanto, Jesús.
Porque, como sabemos, escribir mucho es fácil. Escribir bien es muy dificil.
Y yo aún no consigo esa maravilla.
Las caricias son rebeldes y a veces actúan por su cuenta sin pedir permiso a las verdades, a los celos o al rencor en un intento de redimirnos de todo cuanto la vida se empeña en separar.
Un abrazo poeta.
Las caricias son rebeldes y a veces actúan por su cuenta sin pedir permiso a las verdades, a los celos o al rencor en un intento de redimirnos de todo cuanto la vida se empeña en separar.
Un abrazo poeta.
Gracias Carmen: la vida transcurre sin pedirnos permiso, eso es cierto.
Un beso.
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