PASEN, PASEN, SEÑORES PASEN...

Queda poco, muy poco... apenas cuatro días. En Libertad 8 tenemos una cita el Jueves 13 de Enero.

Y yo, os lo prometo, me siento excitado. Con esa incertidumbre que solo se acaba cuando todo empieza. O empezó hace ya tiempo, porque mira que este grupo de gente ya nos conocemos, ¿eh?, pero no es lo mismo. Tomar unos vinos, charlar o incluso asistir a un taller. Hacer una "noche de pijamas" (si, yo con pijama de ositos, que hay fotos que lo atestiguan) o usar como cubitera el lavabo de una habitación de Hotel. Volar en parapente, reir, llorar... Todo eso es algo así como una "patente de corso" para haber llegado a POESÍA EN SIDECAR.

Y ahora, ya, el jueves, llega la primera entrega. No puedo ser imparcial -lo sabéis-. Pero es que, además, las dos personas que hace más tiempo conozco de este maravilloso grupo, son las que debutan, y eso por un lado me da tranquilidad, porque se cómo escriben y cómo dicen lo que escriben; pero por esa vinculación tan especial que les tengo, me produce un cosquilleo así como entre el pecho y la tripa (en Murcia se le llama "regomello"). Ella (siempre hay una "ella"), Rosa, ¿qué os voy a decir que no sepáis, verdad?. Pues ¡no!, no sabéis nada de ella. Porque tan eso que parece... mirad, mirad lo que escribe, y luego juzgáis cómo es "ella"....

La próxima vez que uses mi nombre
para tu álbum de imbéciles,
no olvides poner que el copyright
no es mío...

Y así todo. Rosa escribe, y cuando escribe el mundo se para, como para tomar aire y poder seguir adelante. Más que escribir, denuncia. Y tanto le da denunciar al maltratador como al mismísimo tiempo que nos arrastra. Escribe, y cuando escribe, no deja títere con cabeza. Que yo le digo a veces si es que no puede escribir poemas de amor. Y ella dice "pues no ves que si".

Y es que no hay quien la entienda.

Menos mal que al lado (no quiero pensar a qué lado) lleva a Gonzalo. Gonzalo del Pozo si que me vió con pijama de ositos; incluso tuvo la gentileza de leer un relato mío en público (no si debiera llamar "público" a aquella concurrencia ni relató a lo que leyó).

Él escribe, no se si mucho o poco, porque no se prodiga. Pero lo que he leído me llega hasta el centro y, a veces, más allá. Hay algo diferente en su mirada, en su cabeza, en su poesía. Algo que viene de algún otro lado que no es este. Pero que empuja nuestra realidad hasta arrinconarla contra la sinrazón y nos hace pensar.

Y es de su mano que yo entendí que escribir poesía es algo que va por caminos distintos de los habituales. Gonzalo me da una visión de las cosas, de los sucesos, que posiblemente yo nunca hubiese alcanzado por mí mismo. Pero lo lees y es como si no pudiese ser de otra manera distinta a como él lo dice.

Para muestra este botón:

Durante ese instante eterno se recreó
en no vivir, desechándolo todo,
antes de pulsar el botón de sí mismo:
“Nunca sabré lo que (no) he vivido”.

Creo, en mi ser más íntimo, que Gonzalo vuela.

Yo no soy quien para hacer lo que estoy haciendo. Parecería que estoy presentando a un par de poetas que van a hacer su lectura en un lugar tan emblemático como es el Café Libertad 8. ¡Hasta ahí podíamos llegar!. No, no... Para presentar a este par de monstruos se necesitaba un monstruo mayor. No quiero yo decir que este monstruo esté mayor, sino que Enrique Gracia es un verdadero monstruo cada vez que se pone a presentar en público a alguien. Yo doy fe de esto porque ya lo he escuchado en más de muchas ocasiones. ¡No falla!.

Y te hace reir. Porque dice las mismas cosas que pueda decir cualquiera, de otra manera, con esa mirada suya que parece que están a punto de degollarlo; con ese empaque sereno pero sin dormirse, sabiendo que lo quieren crucificar pero no tienen clavos ni martillo para hacerlo. Enrique dice lo que dice, y lo que dice está bien dicho. ¿Me explico?.

Y poco más que decir, queridos amigos. Que el Jueves, a las 19:30, hay una cita muy especial en Libertad 8: Poesía de la buena en boca de Rosa Jimena y Gonzalo del Pozo y presentación del acto a cargo de Enrique Gracia: ¡Ahí es ná!.

Luego habrá otras, pero no serán la misma. Os esperamos con ilusión, aunque no se pueda fumar. Pero reiremos y beberemos, que no solo de tabaco vive el hombre/mujer.