Queridos amigos: hubiese querido hacer una crónica como dios manda sobre este evento. Pero me rindo a la evidencia de la falta de tiempo y os dejo una reseña breve que espero sea suficiente.
Muchos estuvisteis allí y puede que mis palabras se os queden cortas. Pero para quienes no fueron, puedo decir que si lo que pasó es el aperitivo de lo que se avecina, os aseguro que nos espera un CICLO DE POESÍA EN SIDECAR realmente espectacular.
De dos en dos primero, y luego a solas, fueron leyendo poemas los miembros del sidecar, jugando siempre con esa dualidad que ofrece de manera inigualable la voz masculina junto a la femenina. Se dieron desde momentos verdaderamente dramáticos hasta explosiones de risa incontenible cuando nuestra compañera María García Zambrano comparaba su poesía con la de Luis Miguel Rodrigo.
Con una coreografía -creada por Jesús Arroyo- que tuvo la virtud de llenar el escenario del Centro Asturiano de Madrid, de color y movimiento, los poetas fuimos entrando y saliendo, mezclandonos sigilosamente, interactuado ante un público que supo entregarse por completo desde el primer momento.
¡Claro!: así es fácil. Es como jugar en casa, que para ellos lo quisieran los Mouriños o los Guardiolas.
Y es que, mirar hacia la sala y ver solo caras amigas que sonríen, da fuerza a cualquiera para leer con ganas.
Esta, según mi opinión, fue una de las carácterísticas más marcadas del recital: La intensidad que cada uno de los poetas mostró en sus lecturas; la gana con que cada poema fue recitado. En fin, el franco deseo de expresar la poesía bajo una forma nueva y distinta. Directamente enlazado con la ilusión que nos empuja.
POESIA EN SIDECAR ha apostado fuerte por romper el molde estático. Hemos apostado por el movimiento en el escenario sin que, necesariamente, se contituya una "performance". Creemos que se trata de algo más fresco y espontáneo.
Si algo hemos preparado
entre bambalinas, de pronto, en el escenario, ese guión se rompe y surge la auténtica espontaneidad en forma de otros diálogos sin preparar. Para muestra, un ejemplo:
Leíamos Marina Tapia y un servidor mi "soneto enloquecido". Yo le preguntaba ¿Jugamos? y ella tenía que responder ¿con qué?. Bien, pues Marina, toda ella chilena y pura dulzura espontánea, a mi pregunta respondió un rotundo "¡Si!". Naturalmente improvisé y como increpación le dije "¿Cómo que sí?, Así, ¿sin saber a qué vamos a jugar?. Creí que la poeta se corregiría, pero no. Respondió convencida: ¡si!. La carcajada fue más que mayoritaria, claro está (vease la fotografía).
Y es que, nuestro Sidecar, con gasolina super o a pedales, funciona de esta manera.
Desde esta humilde página, os invito a todos a asistir al inicio del nuevo ciclo en el Café Libertad 8 de Madrid, el Jueves día 6 de Octubre, a las 19:30 horas. Leeremos nuestros poemas Laura Caro (nueva sidecarista de lujo) y yo mismo, tratando de llegarle al taconcillo a esa magnífica poeta.
Hasta entonces, amigos, os dejo con un bonito deseo de este mundo maravilloso
Muchos estuvisteis allí y puede que mis palabras se os queden cortas. Pero para quienes no fueron, puedo decir que si lo que pasó es el aperitivo de lo que se avecina, os aseguro que nos espera un CICLO DE POESÍA EN SIDECAR realmente espectacular.
De dos en dos primero, y luego a solas, fueron leyendo poemas los miembros del sidecar, jugando siempre con esa dualidad que ofrece de manera inigualable la voz masculina junto a la femenina. Se dieron desde momentos verdaderamente dramáticos hasta explosiones de risa incontenible cuando nuestra compañera María García Zambrano comparaba su poesía con la de Luis Miguel Rodrigo.
Con una coreografía -creada por Jesús Arroyo- que tuvo la virtud de llenar el escenario del Centro Asturiano de Madrid, de color y movimiento, los poetas fuimos entrando y saliendo, mezclandonos sigilosamente, interactuado ante un público que supo entregarse por completo desde el primer momento.
¡Claro!: así es fácil. Es como jugar en casa, que para ellos lo quisieran los Mouriños o los Guardiolas.
Y es que, mirar hacia la sala y ver solo caras amigas que sonríen, da fuerza a cualquiera para leer con ganas.
Esta, según mi opinión, fue una de las carácterísticas más marcadas del recital: La intensidad que cada uno de los poetas mostró en sus lecturas; la gana con que cada poema fue recitado. En fin, el franco deseo de expresar la poesía bajo una forma nueva y distinta. Directamente enlazado con la ilusión que nos empuja.
POESIA EN SIDECAR ha apostado fuerte por romper el molde estático. Hemos apostado por el movimiento en el escenario sin que, necesariamente, se contituya una "performance". Creemos que se trata de algo más fresco y espontáneo.
Si algo hemos preparado
entre bambalinas, de pronto, en el escenario, ese guión se rompe y surge la auténtica espontaneidad en forma de otros diálogos sin preparar. Para muestra, un ejemplo:
Leíamos Marina Tapia y un servidor mi "soneto enloquecido". Yo le preguntaba ¿Jugamos? y ella tenía que responder ¿con qué?. Bien, pues Marina, toda ella chilena y pura dulzura espontánea, a mi pregunta respondió un rotundo "¡Si!". Naturalmente improvisé y como increpación le dije "¿Cómo que sí?, Así, ¿sin saber a qué vamos a jugar?. Creí que la poeta se corregiría, pero no. Respondió convencida: ¡si!. La carcajada fue más que mayoritaria, claro está (vease la fotografía).
Y es que, nuestro Sidecar, con gasolina super o a pedales, funciona de esta manera.
Desde esta humilde página, os invito a todos a asistir al inicio del nuevo ciclo en el Café Libertad 8 de Madrid, el Jueves día 6 de Octubre, a las 19:30 horas. Leeremos nuestros poemas Laura Caro (nueva sidecarista de lujo) y yo mismo, tratando de llegarle al taconcillo a esa magnífica poeta.
Hasta entonces, amigos, os dejo con un bonito deseo de este mundo maravilloso
4 comentarios:
Así fue y así lo vivimos todos. Gracias por esos momentos que nos regalais.
Besos mil
Hermosa crónica de una velada hermosa, que espero sigan repitiéndose con la misma ilusión y complicidad. Gracias Manuel por contarlo tal como pasó.
Besitos
Cómo me hubiera gustado estar allí...Bueno de alguna manera estuve, al final del recital alguien me llamó para decirme había sido todo un éxito.
Estáis guapiiiiiiiiiisimos, se os ve tan compenetrados, tan felices. No os podéis imaginar cuanto me alegro.
El primero de tantos, espero.
Besos y un feliz abrazo.
Estuve allí, Manuel, y suscribo todo lo que has dicho; resultó una lectura muy amena y llevada a escena con afecto y efecto para los asistentes.
Gracias por ello.
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