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jueves, 25 de febrero de 2010

REBAJAS


Al amor las manchas le sientan mal.
Y destiñe.
Será delicadeza del tejido
que acaba roto de tanto maltrato.

Y es que hay mucha gente que no soporta
las etiquetas.
Las cortan sin piedad,
sin importarles
que en ellas se explique como conservar la prenda.

Para otros esto no es problema:
miran en las rebajas
...............ofertas “tres por dos”...

Así, hoy estreno, y mañana
no hay disgusto si la cosa se rompe.




32 comentarios:

Emilio Porta dijo...

Y yo que pensaba que las rebajas ya se habían acabado...Muy oportuno el poema, Manuel, porque, dada la situacion general de la vida, el mundo está en rebajas. De amor, de todo...Y es que no somos nadie. De verdad.
Un fuerte abrazo.

Port

La Solateras dijo...

Es que hay algunas etiquetas que arañan la piel; entonces las arrancamos sin leerlas y pasa lo que pasa.
Siempre es un lujo leerte.

Besos

Manuel dijo...

Querido Emilio, me temo que si, que esto de las rebajas viene siendo a perpetuidad.

Será por eso que yo no compro. Me gustan mis viejos vaqueros, ese jersey un poco raido y mis calcetines con agujeros. Resultan tan familiares!.

Un abrazo.

Manuel dijo...

Ana, me pareció que tu también andabas con las consecuencias de las rebajas a cuestas.

La verdad es que hay pieles más que sensibles, que es que no soportan ni un leve rocecito.

Gracias por tu visita. Un beso grande.

Alejandro dijo...

Querido Manuel, ¡qué bueno! Nos habíamos quedado solos en el bar, en ese bar que tú no quieres abrir y eso que le tienes bien amueblado. Luego, entre el mostrador y la noche, celebramos el cumple de Pilar y ahora, nos metes en las rebajas, con etiquetas y todo. Me encanta el poema, coleguita, pero no me gustan las rebajas. Paso de ellas. A mi me gustan mis vaqueros viejos, suavecitos, vacíos, llenos de rotos, como si hubiese nacido con ellos. Hasta me duelen las vueltas de los bajos cuando camino mucho o cuando se me caen y los piso con los talones. Sí, me gustan los vaqueros viejos y el amor de muchos años sin gastar, siempre en alza, con sus manchas y todo, porque, como dicen en mi pueblo "la mancha de una mora, con otra verde se quita".

Puero bueno, Manuel, puñetero..., ya no escribo más. Empiezo con las emociones que me despiertan tus versos y mira como acabo, escribiendo una novela. Así son de buenos tus regalos, siempre de estreno. Gracias.

Un abrazazo

Alex

antonio castillo dijo...

Querido Manue. Me gusta tu ameno poema. El tema elegido es muy interesante. Personalmente opino, al reflexionar sobre él, que el verdadero amor, es decir, Amor, no se pasa nunca, o sea, ni destiñe, ni se mancha, ni encoje y por supuesto no se encuentra en las rebajas. El otro amor, ciertamente el que más usamos a diario, aún siendo sincero, es una mera imitación, por eso es perecedero, en el fondo es del color del egoismo y el egocentrismo, y por muy bueno que sea el tinte con el que se cubra, se termina por decolorar. Un abrazo.

Manuel dijo...

Alex, eso de que "la mancha de la mora con otra...", no se lo dirás a todas, ¿verdad?. Bueno, lo cierto es que me alegra leerte y ver que no soy un bicho tan raro, que hay más gente a la que le gusta tratar de cuidar las cosas antes que buscar repuestos baratos.

Un abrazo grande.

Manuel dijo...

Pues lo mismo te digo, querido Antonio. Para mi no hay mayúsculas o minúsculas en el sentimiento. Él, por si mismo, ya es grande.

Lo que si pienso es que el ritmo del mundo, tal como va, sienta muy mal a las prendas delicadas, ¿no crees?.

Un abrazo.

Rosa dijo...

Querido Manuel, me gusta el poema, y me gusta como te ha quedado con esas tijeras que a veces te traicionan.

Aunque creo que no siempre es necesario mantener la etiqueta para conservar la prenda, porque cuando la tienes un tiempo a tu lado, sabes bien como hacerlo sin que nadie te lo explique ¿verdad?.

Un beso cariño

Mari Carmen Azkona dijo...

Manuel, poco o nada les importa las etiquetas a quienes compran en las rebajas. Sabiendo que compran para una temporada, usan y desechan sin mirar atrás.
Los demás, los que valoran el amor y los sentimientos saben que es un tejido que hay que lavar a mano, con jabón neutro y con mucha delicadeza y cariño.

Precioso e interesante poema, enhorabuena.

Besos.

Anónimo dijo...

Querido Manuel, esta entrada daría para mucho. Mi conclusión ante tu original forma de hablar de rebajas y desteñidos es ésta: Hay que tener muchísimo cuidado con lo que se obtiene a bajo precio, porque, a veces, el desteñido es tan grande que ningún remedio, ya sea casero o especializado en la materia, es capaz de acabar con él. Quiero decir que lo barato y fácil, a la larga, se termina pagando muy caro.

Yo como buena ama de casa clasífico mi ropa antes de meterla en la lavadora; sin embargo, no sé como co... me las arreglo para ver, casi siempre, un desteñído imposible de quitar: LO HUMANO; aunque sigo confiando en que LO DIVINO pueda hacer algo.

En fin Manuel, filosofías aparte, me encanta tu forma de expresar un tema tan profundo, de una manera iróníca y sutil. Eso sólo lo sabes hacer tú; por algo eres el médico de esta familia, jajaja.

Un beso.

Mila

Anónimo dijo...

Hablas con mucha sabiduria,porque eres experto en cortar etiquetas...me parece a mí que lo que haces después es poner las tijeras en otras manos,así es que..virgencita..virgencita..que yo no he sido..joder,si es que no cambiamos...!!!Menos mal que tampoco cambiastes en ser encantador de una servidora.

Anónimo dijo...

¡Anónimo que razón tienes! , cuantas etiquetas cortadas de la mano de . ¡Consejos vendo que para mi no tengo! . ¿Verdad? .

Manuel dijo...

Rosa, mis tijeras son muchas veces tus comentarios cargados de cariños y buen juicio. Tantas veces, si algo bueno sale de mi pluma, lo debo a tu comentario previo.

Por lo demás, a mi me pasa que siempre creo saber cómo se hacen las cosas y, justo cuando he tirado el manual de instrucciones, o he cortado por fin esa engorrosa etiqueta, algo falla y todo se va al traste.

No se, no se qué hacer: ¿compro en Ikea un gran archivador de etiquetas?.

Gracias por estar cerca, cielo. Un beso.

Manuel dijo...

Mª Carmen, he padecido en mis carnes más de una vez lavadas de jerseys de lana, hechas con todo cariño por la señora que limpia, de esas de las cuales las prendas salen para vestir a Barbie y a Kent... Y siempre me p regunto: ¿esta señora en su casa cómo lava?.

Que si, que las cosas delicadas a mano, y con mucho miramiento, que cuesta mucho conservar algo para que luego se destroce por una tontería.

Gracias siempre por tu cercanía. Un beso.

Manuel dijo...

Querida Mila, gracias por los halagos. Se que son de corazón aunque la cosa no los merezca.

Es cierto que, últimamente, me gusta retratar lo cotidiano de la manera más fresca posible. Ojalá llegue a mejorar.

Y, por cierto, yo como amo de casa, que además vive solo, es decir, sin ingerencia de elementos perturbadores, jamás me explico a donde van a parar los calcetines que desaparecen. ¿Me puedes ayudar?.

Un beso.

Manuel dijo...

Mi asidua visitadora anónima: escribes y te contestas. No está mal ese monólogo aunque no llego a entender bien el significado.

En cualquier caso solo se trata de un poema, algo que escribí, que luego traté de pulir un poco y que, finalmente queda aqui y, como ves, los amigos dejan sobre él su comentario, en un sentido u otro.

Este es un foro libre y, por tanto, tus propios comentarios son también bienvenidos.

Gracias por las visitas.

Pilar dijo...

Chorradas a parte (como es un blog libre opino que algunos están más guapos calladitos) me encanta tu poema, tienes mucha razón, lo de "cortar las etiquetas" lo hace mucha gente! Yo no, lavo a mano y con Perlán, jajaj.
Un besico cielo

Nelken Rot dijo...

Evidentemente las rebajas de discoteca a las 5.00 de la mañana, no suelen llevar más instrucciones de uso que los Kleenex: usar y tirar.

Y claro, luego estamos los sibaritas que valoramos la calidez de otras prendas, en otros entornos, mirando fuegos lentos, el paso de las nubes y los brotes del cerezo, ésos, como dice Alejandro compramos poco en las rebajas.

Muy bien visto el corte de este poema, gracial mil Manuel.

Nel

La Solateras dijo...

¡Ay, Manuel, es que levantas pasiones!
Besitos

Soledad Serrano dijo...

Manolito, el día que pongan una etiqueta a tu persona habrá una manifestación en Madrid. Espero que nunca estés de rebaja, que hay mucha ansiosa por ahí. Bueno, chato, ya sabes que soy la primera en la fila y no me vengas con que no sabías, que te duele la cabeza, que tienes una reunión y otras zarandajas. Manolo, que estás como un tren sin pasajeros. Te amo, qué le voy a hacer. Soledad

Anónimo dijo...

Yo tambien, aunque sólo te conozco por foto y escritura. No soy dudoso, pero es que a veces impresionas, je, je...
(Ah, por cierto, no te preocupes Sol, como estoy en Australia...)

David

(Ni tú, Rosa, je, je...aunque mi amigo Port tiene una frase que dice que "Nada excluye nada")

Soledad Serrano dijo...

Manolo, hay uno en Australia que me ama y yo aquí, en la alameda de Osuna, en el ordenador, con estos pelos y esta pinta. Manolo, tu blog se está convirtiendo en algo más que apasionante. Por favor, no le cuentes al de Australia lo de las radiografías, las pastillas para no deshacerme como fuego fatuo, la lápida que tengo encargada, bueno, tú ya sabes. Amor, ¡qué blog, qué blog!!!!!

Anónimo dijo...

Manuel,algún calcetín de los perdidos, posiblemente, estará en el filtro de la lavadora, otros se habrán ido directamente por el desagüe. Para evitar que cualquiera de estas dos cosas sucedan, te aconsejo que los metas en la lavadora a pares, uno dentro del otro, como si ya estuviesen limpios y los fueses a guardar en el cajón. Suele funcionar... Ya me contarás.
P.D. Considero que, aunque este es un blog literario, no viene mal algún comentario sobre la vida cotidiana. ¿No crees?

Un beso.

Mila

Manuel dijo...

Empezando por el práctico final que propone Mila...

Querida amiga: ¿tu crees que si yo tuviese tiempo para emparejar calcetines antes de meterlos a lavar me importaría un rábano que se perdieran?.

Querría decir que yo soy un rentista millonario y el tiempo es algo que no cuenta.

Pero sigo sin entender a donde van los malditos calcetines. En el filtro no están, que eso lo se de buena tinta. Y desagüe no hay, porque no hay pila...

en fin, estoy condenado a comprarlos en lotes de 6 pares..

Un besazo.

Manuel dijo...

Te echaba de menos Pilar. Mira que andas ocupada este año, eh?... NO se si te prefería cuando eras más tarambana... Pero no, que va!. Se que te gusta lo que estás haciendo y me encanta.

Un beso.

Manuel dijo...

Nelken, me alegra que te haya gustado el poema. ese "muy bien el corte" me resulta muy alentador, quizá porque es parte de lo que quería conseguir.

¿Ya te he dicho que te hemos echado de menos?.

Un beso.

Manuel dijo...

A mi Sol y mi Ana, por vecindad: Si es que la gente se apasiona con náaaa.

Sol, ya ves que tu traspasas fronteras, hemisferios y océanos... Asi tienes al pobre David.

Por cierto, a ambas: ¿cuando cenamos todos juntos?.

Manuel dijo...

Y tú, David, no metas cizaña que ya tenemos bastante con la que viene sin pedir...

Un abrazo, compañero de las antípodas.

Anónimo dijo...

¿Es meter cizaña declarar "una amistosa pasión" y coincidir con tus "encendidas" admiradoras?. Tú eres un "sádico". No sólo las enamoras sino que, encima, quieres que guarden su turno...Como te dije, sólo quería ayudar. Si Sol o Rosa quieren venirse a Australia no puedes impedirlo. Tú te puedes quedar con alguna camarera de tu bar, je, je...Mira, yo estoy en pleno día...pero para ti es muy tarde. Descansa, duerme, recupera la razón...

David

Anónimo dijo...

...pero vamos, si prefieres venirte tú...ya sabes donde tienes una cama suplementaria de esas de mueble que se saca por debajo. Yo vivo en un residencia universitaria (para profesores y alumnos) en Adelaida, al lado del Campus de la Universidad. Avísame, eso sí, con tiempo, para prepararlo todo. Un abrazo austral.

David Nihalat

Pilar dijo...

Jo, que suerte!! te aman y te invitan a Australia!! Es que es increíble!! jajaja. Bueno, yo también me voy donde haga falta eh?? y cómo que me preferías más tarambana?? para una vez en la vida que soy responsable!! jajaja.
Un besoo