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miércoles, 21 de marzo de 2012

LA HISTORIA DEL ÁNGEL EXTERMINADOR



Con aire de hebra de tabaco
perdida en el bolsillo;
con un mechón de pelo entre los ojos
que sueñan, como tú, de tarde en tarde,
y el paso indeciso que presta
un cordón suelto en el zapato,
avanza hacia la luz.

Detenido en el vientre de una esquina,
meciendo la cintura,
valora un viento que le empuje
ajustando derivas a sus mares.

Por fin, una gaviota, le señala
con un signo certero de tacones
y alguna mirada que confunde,
un norte que promete
más ron que besos,
más historias por contar que perfumes
o pechos arriesgados que le acojan.

Decidido se adentra
barra adentro del bar,tras de su paso.
Recoge un trago de la barra
y lo lleva hasta el borde del silencio
de unos labios carmín que no le esperan.

Es la hora más cercana y más canalla,
la que acerca bocas y entorna párpados.

El fondo más oscuro de aquel antro
les convoca a un ritual de besos y caricias
y se entregan en él sin esperanza;
se comen palmo a palmo con lujuria.

De un tirón, con el último suspiro
recoge el saco,
escupe hacia la izquierda antes del beso
y no mira hacia atrás cuando la noche
traga su cuerpo derrotado.

Solo retira el pelo de sus ojos,
ajusta el nudo del zapato
y silba una canción (que espante el miedo)
mientras clarea la niebla en el muelle
y llama la sirena del barco que le aguarda.

31 comentarios:

La Solateras dijo...

Un poema muy cinematográfico. Lo veo en blanco y negro. Podría ser el Marlon Brando de la época del Tranvía o el Bogart primero.

Como ves,estoy en tus horas y no había nada en la tele.

Gracias.

Manuel dijo...

¡No me lo puedo creer!.. Pero qué te pasa chiquilla?.

Bueno, bienvenida seas y un brindis de gin-tonic contra whisky.

Un beso, amiga noctámbula.

Nines Díaz Molinero dijo...

Que buenísimo poema, Manuel. Duro, de una soledad profunda y, al mismo tiempo, lleno de la ternura de un corazón abierto. Las imágenes que transmiten el poema (escupir antes del último beso) son de un lenguaje visual impactante.

Un abrazo fuerte.

Pilar dijo...

Biiienn!! por fin este poema!! me encantó cuando lo leí, ya sabes que compartimos ese gusto por los "bajos fondos", los nocturnos, las historias raras... jajaja.
Gracias por compartirlo.
Besos, besos.

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

me ha gustado mucho lo de que la noche se trague el cuerpo derrotado.
Felicidades.

Mila Aumente dijo...

Querido Manuel, me gusta este poema, aunque no se si lo entiendo. Debo decir que, últimamente, las neuronas no deben funcionarme todo lo bien que deberían. En fin, vayamos al poema en cuestión:"la sirena del barco que le aguarda", ¿es su santa que le espera en casa?

Y eso de "las miradas que confunden un norte que prometen más ron que besos",me suena, precisamente, a algún extraviado que ha perdido el norte por completo y que pretende encontrarlo en uno de esos locales de princesas, donde la mentira se revuelca entre las sábanas. ¡Ay, Díos mío!... cuánto despistadillo hay en el mundo, para llegar a confundir el guiño de unas luces de colores, embaucadoras y embusteras, con la luz de una noche estrellada.

Un beso, Manuel. Y sigue contándonos historias de la vida a través de tu maravillosa poesía.

Manuel dijo...

Gracias a todos vosotros por acompañarme en cada entrada.

A ver, Mila: para una vez que escribo una historia tal cual, sin metáforas, tu me pones a la santa e este pobre marinero tocando la sirena para llamarlo, que la cena se le enfria.

Pues no cariño, esta es la historia de siempre, la del marinero solitario con alguna turbia historia por contar, que busca lo que busca, como todo buen marino: una tabla de salvación.

Y, claro, no la encuentra.

Besos generosamente repartidos.

Lembranza dijo...

Bueno no, buenísimo, tu poema Manuel.
Hasta el tipo más duro de los hombres, necesita el contacto con otro ser humano.
Un abrazo

Manuel dijo...

Un beso, Nunci. Gracias por tu comentario.

Alicia Abatilli dijo...

Ese marino que busca sin saber que la respuesta está en él, no hay mar que se la acerque.
Me gustó leerte, Manuel.
Bienvenido.
Alicia

Rosa dijo...

No sé si me gustó más el poema o la foto... Bueno sí lo sé cariño, pero es por despistar (jajaja).

Creo que la interpretación de Mila muestra la riqueza del poema, donde el sentimiento, sea de un lado u otro, transmite la misma soledad.

Me encanta el continente de lo contenido. Me encanta como lo dices y lo bien que suena.

Un beso amor

Manuel dijo...

Bienvenida, Alicia. Gracias por visiatrme y por tus amables palabras.

Espero seguir viéndote por mi casa.

Manuel dijo...

Querida Rosa: yo, aqui, entre tu y yo, creo que lo que te ha gustado ha sido la foto de la chica tatuada y de busto generoso. ¿No?.

Y si, a mi me gusta que cada quien vivia los poemas a su manera: eso les presta una riqueza enorme.

Pero lo del "continente de lo contenido" ya me lo explicas tu amí solitos, muy despacio.

Un beso.

Anónimo dijo...

Precioso poema, Manuel, me ha encantado descubrirte a través del blog de Roberto y he quedado encantada, me uno a tu blog ya mismo, nos estamos leyendo, compañero :)

Besos gitanos...

Jorge Torres Daudet dijo...

Sí, estoy muy de acuerdo con Ana.
Lo de retirar el pelo de sus ojos... mira, lo echo en falta.
Un fuerte abrazo.

Manuel dijo...

Gracias por tu visita, Princesa. Será un placer volver a recibirte en mis páginas.

Un beso.

Manuel dijo...

Querido Jorge: lo mejor de estas etapas de la vida es que ya no vamos teniendo ni un pelo de tontos. Ese gesto de retirarse el pelo de los ojos lo sustituimos por elevar el puente de las gafas con el índice, y no pasa nada...

Gracias por tu visita, querido amigo.

Manuel dijo...

Roberto: me llegó este comentario tuyo a mi correo:

"roberto ha dejado un nuevo comentario en su entrada "EL PRIMER TREN":

Hola Manuel, en un recorrido por blogs de amigos y en compañía de mi Somorgujo Asombrado (mi blog de poemas y relatos), he llegado hasta aquí, y grande fue el placer de conocer tan bella pluma. Si me lo permites pasaré a visitarte seguido.

Un saludo desde Buenos Aires.

Te sigo."

Por alguna razón no quedó en el Blog, pero quería aprovechar para agradecerte la visita y decirte que visité tu blog y me parece muy bueno. Volveré a visitarte.

Abrazos.

mientrasleo dijo...

Una composición bellísima que me suena a la historia más vieja del mundo, a hombre perdido, a soledad...
Me encantó el estilo gráfico que muestras.
Un beso, nos leemos

Manuel dijo...

Gracias por yu amable comentario, "mientrasleo". Un placer recibirte en mi casa. Pasaré por tu blog.

Un beso.

Calma en días de tormenta (Darilea) dijo...

Me recuerda a las canciones de antaño, en las que recordaban a marineros desorientados, buscando un amor en cada puerto o mejor que un amor, el definitivo amor para embarcar su vida a un noray por siempre.
Un saludo y siempre un placer pasar por aqui.

Manuel dijo...

Así es Oréadas, tal cual nació este poema. Cquizá pude haber escrito un relato breve, pero me apeteció hacerlo en clave de poema.

Gracias otra vez por esta nueva visita. Ya te siento como "de la casa".

María G. Z. dijo...

Ayer lo comentaba Rosa y tenía razón, "qué bien está escribiendo Manuel"...
Un poema de los que se visualizan, nocturno y de cine clásico. Me encanta la última estrofa, ese silbido que espanta el miedo, tantas veces.
Un abrazo
María

María G. Z. dijo...

Ayer lo comentaba Rosa y tenía razón, "qué bien está escribiendo Manuel"...
Un poema de los que se visualizan, nocturno y de cine clásico. Me encanta la última estrofa, ese silbido que espanta el miedo, tantas veces.
Un abrazo
María

carmen fabre dijo...

Totalmente impresionada.. qué bueno me ha parecido Manuel y.. diferente.

Besos¡¡

Mari Carmen Azkona dijo...

Querido Manuel, he leído varias veces el poema y, la verdad, no me canso de hacerlo. Es tan original y visual...Me recreo en la escena y en cada lectura encuentro un matiz, un verso que me engancha. Has conseguido que me cautive ese marinero. Ojalá que consiga espantar el miedo y la soledad.

Besos y un fuerte abrazo.

Laura Caro Pardo dijo...

Querido compi:

Me gusta este poema como todo lo que escribes. Por el título pensé que te referías a la historia de Buñuel; por la foto, a alguna bella y seductora asesina en serie en plan americano.

Después de todos estos comentarios y de lo tarde que llego - como siempre- tengo poco que añadir.

Me detuve unos segundos en el verso " el borde del silencio
de unos labios carmín que no le esperan" y en la noche que traga su cuerpo derrotado. Me gustan especialmente.

Un beso gigante.

Manuel dijo...

María, así intento crecer este poema, visualmente. O por lo menos, fue un sueño que tuve.

Un beso.

Manuel dijo...

Querida Carmen: yo creo que las historias sórdidas con su toque de ternura, siempre nos enganchan. ¿Por qué será?.

Manuel dijo...

¡Ay, Mª Carmen!, yo creo que si algo no es este poema, es original.

Pero no está mal recrear las historias, tratar de darle un cierto toque personal, se consiga o no. Si tú crees que lo he consguido en este caso, son tus ojos los que me hacen el favor.

Un beso.

Manuel dijo...

Laurita, realmente fue la historia de Buñuel la que afloró antes de escribir este poema. No podía quitar de mi cabeza las imágenes más impactantes y sórdidas de la película.

Luego fue fluyendo y la foto... esa salió de algún rincón de mi lujuria.

Besos.